La Inteligencia Artificial en la Medicina

6 de febrero de 2020
La Inteligencia Artificial en la Medicina

La revolución tecnológica que hemos experimentado en los últimos años, se ha materializado en múltiples ayudas para nuestra vida cotidiana, lo que ha redundado en una mejora de nuestra salud en general. Una de las áreas, donde la contribución de la tecnología es más evidente, es la medicina. La generalización de los sistemas informáticos ha facilitado mucho la labor de los profesionales del medio, tanto es así que los actuales métodos de detención y observación son mucho más intuitivos y prácticos que los de hace sólo 20 años.

Uno de los grandes retos para el campo de la medicina actual, es la implementación de sistemas de IA (Inteligencia Artificial) que faciliten aún más la relación con el paciente, el proceso de diagnóstico, y aceleren diversos trámites como resultados de analíticas, recetas, etc. No obstante, tenemos que ser conscientes de que la tecnología ayuda, complementa, pero no sustituye nunca a un profesional médico.

Los beneficios del desarrollo de tecnologías asociadas a la Inteligencia Artificial (IA) aplicadas al ámbito sanitario, son claros: reducción de costes, desarrollo de nuevos fármacos, disminución de los errores médicos y reducción del tiempo de diagnóstico y de espera son sólo algunos de ellos. Sin embargo, reemplazar el intelecto humano por uno artificial, en las diferentes ramas médicas, plantea serias dudas en relación a situaciones tan críticas como la relación médico-paciente que requiere de una cercanía y comprensión que están lejos de conseguirse con una IA, por lo que a día de hoy la Inteligencia Artificial es sólo un instrumento más para hacer que el trabajo sanitario sea más eficiente, cómodo y productivo.
Según el ingeniero Juan José Cerrolaza, investigador del Laboratorio BioMedIA del Imperial College de Londres, «la inteligencia artificial no va a sustituir a los médicos. Es un aliado», un aliado que liberará de algunas tareas monótonas como el análisis de imágenes médicas y la recopilación de información de historiales clínicos. Aún tiene algunos retos como el deep learning, que consiste básicamente en enseñar a una máquina a hacer algo mostrándole muchos ejemplos.
Lo mismo opina Miguel Ángel Máñez, economista especializado en gestión sanitaria, que considera que la IA nunca podrá sustituir al médico. «Ayudará a resolver situaciones complejas pero la decisión final siempre ha de corresponder al profesional sanitario».

Resumiendo, la aplicación de la IA en la medicina reporta beneficios médicos como el diagnóstico precoz de muchas patologías, y hace accesible a todos el control diario de nuestra salud utilizando dispositivos cotidianos como smartphones, tablets y ordenadores.

Por otro lado, la IA también se enfrenta a riesgos, en este caso negativos, siendo el principal: la seguridad. La privacidad de los datos clínicos, que han de tratarse de forma responsable, salvaguardando la propia identidad del paciente y sobre los que la garantía de inviolabilidad tiene que estar garantizada al 100% 24 horas los 7 días de la semana. Otra desventaja, anteriormente citada, es la relación médico paciente, pues con dicha tecnología, el trato humano disminuiría.
Os invitamos a reflexionar sobre la aplicación de la IA en medicina y, por otro lado, ¿qué pasa si esa tecnología se programa con fines poco éticos, si el algoritmo favorece el beneficio económico en lugar de la calidad de la asistencia sanitaria? ¿Deberíamos confiar en que se re

¿Listo para empezar a usar OK Doctor?