El Pase Verde Digital. Pros y Contras

1 de abril de 2021

Desde finales de diciembre se están administrando distintas vacunas contra el COVID-19 en todos los países europeos con el fin de mitigar los contagios y volver poco a poco a la antigua normalidad. Dentro de este contexto, la Comisión Europea ha aprobado la creación de un certificado de vacunación contra el Covid-19 llamado Pase Verde Digital.

Qué incluiría este pasaporte sanitario

La presidenta de este organismo, Ursula von der Leyen, afirma que el fin de este certificado es «establecer una dirección común dirigida hacia la apertura segura de Europa». Además, el Pase Verde Digital no sólo servirá para demostrar que la persona ha recibido la vacuna o no, sino que también incluirá información acerca de si ha pasado la enfermedad del coronavirus, si posee anticuerpos y los resultados de las pruebas PCR que se le haya realizado, respetando en todo momento la privacidad del individuo. De esta manera, según la presidenta de la Comisión Europea se abre una vía segura para facilitar la movilidad entre los países pertenecientes a la Unión Europea, se controlaría el avance del coronavirus de forma más efectiva y a su vez, ayudaría a la reactivación de la economía.

Aunque ya se ha aprobado la propuesta, la noticia en su momento de la creación de un pasaporte de vacunación sembró diferentes posturas entre los 27 países miembros de la UE, por las implicaciones éticas que conlleva. Por un lado, como ya apuntó Fernando Simón, sí que existió un acuerdo para que, en el caso de crearse este documento, se utilizara para uso sanitario. Por otro, varios países miembros mostraron sus reticencias al considerarlo discriminatorio hacia aquellas personas que no han recibido la dosis de la vacuna. Por suerte, la Comisión Europea ha tenido en cuenta todos los puntos de vista y se ha llegado finalmente a un consenso para poner el certificado de vacunación en marcha.

Los países a favor de la creación de este documento

Las economías de algunos países del sur de Europa, como Grecia, Italia o España, se vieron perjudicadas por la pandemia ya que dependen en mayor parte del turismo internacional. Por esa razón, los gobiernos de estas regiones pidieron a Bruselas ayudas para reforzar y reactivar la economía de forma segura.

Desde el principio, el Gobierno de España ha apoyado la propuesta y además rogó en su momento a la Comisión Europea que acelerase en la medida de lo posible su implantación. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño comentó en una entrevista en ‘La Hora de la 1’, de TVE, que este pasaporte tendría que llegar antes del verano para poder recuperar con seguridad el turismo.

Por otro lado, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en una carta a la presidenta de la Comisión Europea, demandó la creación de un certificado para facilitar los viajes dentro de los países de la Unión Europea. Este documento no sería un requisito esencial para viajar, pero a los pasajeros vacunados no se les pedirán PCR 48 horas antes del vuelo o periodo de cuarentena al llegar de nuevo al lugar de origen.

Los países en contra

Francia y Bélgica encuentran esta medida discriminatoria y muy precoz. Aparte, la seguridad y protección de los datos personales no estaría garantizada en todo momento por lo que se debería estudiar los límites legales y morales que supone la implantación del pasaporte COVID-19 dentro de la Unión Europea.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se opuso a la idea de que este documento se convirtiera en un requisito obligatorio para poder viajar: «las vacunas no pueden ser un requisito para viajar, puesto que no se conocen sus efectos en la reducción de contagios ni la duración de la inmunidad».

En el mismo sentido, el Comité de Emergencias (conjunto de ONGs formado por Acnur Comité Español, Acción Contra el Hambre, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision) envió un comunicado en el que afirmaba que «todavía existen demasiadas incógnitas sobre la eficacia de las vacunas para reducir la transmisión del virus» y recordaba que la disponibilidad de las dosis es aún limitada.

¿Es un pasaporte o un certificado?

El término «pasaporte sanitario» es uno de los más sonados cuando se habla de un documento que certifique la vacunación individual. Sin embargo, la Comisión Europea ha indicado que no se trata de un pasaporte, sino de un certificado. No se exigirá como un requisito para poder viajar, pero si podrá dispensar de cumplir ciertas medidas sanitarias como los periodos de cuarentena sin discernir a aquellos viajeros que aún no han recibido la vacuna. De esta manera, la Comisión Europea se asegura de que «todas las personas tendrán los mismos derechos».

Bruselas espera que el Pase Verde Digital esté preparado para el mes de junio. Además, en los próximos meses los 27 países miembros trabajarán en una serie de medidas para garantizar la implantación de los certificados y asegurar la protección de los datos personales de los ciudadanos. La propuesta defendida por Ursula von der Leyen deja en manos de cada Estado miembro decidir qué restricciones sanitarias está dispuesto a relajar o retirar para los viajeros con este certificado. 

Se trata de una medida temporal y, por tanto, dejará de tener vigencia una vez que la Organización Mundial de la Salud declare el fin de la emergencia de salud pública internacional.

La parte positiva de la puesta en marcha del Pase Verde Digital para este verano es, sin duda, la reactivación de la economía en nuestro país por la llegada de turistas extranjeros. Si se pone en marcha dentro de tres meses como estima la Comisión Europea, el Pase Verde Digital tendrá un impacto sobre el turismo proporcional al número de vacunados y curados.

Pero plantea dudas al respecto de:
– La no discriminación: ¿Qué ocurre con la población que no haya sido vacunada todavía, principalmente los menores de 55 años, que son el grupo de población que más viaja? En caso de no estar vacunados ¿cada cuánto tiempo se les exigirá hacerse una nueva PCR para que tenga validez el Pase Verde Digital? ¿Y con los que no se quieran vacunar?

La intimidad: ¿Quién va a tener acceso a estos datos de la salud de una persona? ¿Serán sólo para viajar o se usarán también para otros fines como acceder a un local, un evento…?

– La gestión: ¿Quién va se va a encargar de gestionar la información de salud para crear este certificado? Tanto si el paciente ha recibido la vacuna como si ha pasado la enfermedad, va a necesitar un informe de su centro de salud que confirme estos datos, lo que podría generar con el tiempo una sobrecarga en el sistema sanitario nacional. ¿Es necesario someter a más presión a nuestro sistema sanitario? ¿sin coste alguno para el usuario? Y si los viajes son por motivos laborales, ¿supondrá un coste para el sistema sanitario o para la empresa? Tendremos que esperar a ver qué medidas tomará nuestro gobierno y el resto de los países miembro para garantizar la implantación de estos certificados.

¿Qué pensáis sobre la aprobación del Pase Verde Digital? ¿Estáis a favor o en contra? ¡Dejadnos vuestra opinión en los comentarios!

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