El gran potencial de los wearables para la atención médica

24 de agosto de 2020
Los wearables en atención médica

Los wearables pueden aportar grandes mejoras en el ámbito sanitario, sobre todo en la forma de abordar la atención médica, el problema es que su adopción está siendo algo más lenta comparada con otros ámbitos.

En este post, examinaremos el estado actual de los wearables, qué está reteniendo su implantación y los posibles desarrollos que veremos pronto.

La situación actual
Tanto la monitorización remota de pacientes como la detección temprana de patologías se realizan desde hace algún tiempo con el uso de wearables. Los expertos creen que el uso de estos, como las pulseras Fitbit, van a evolucionar desde un seguimiento de la actividad física a jugar un papel importante en nuestra salud. Ejemplo de ello, es el Apple Watch, uno de los dispositivos portátiles más populares, que ha logrado en gran medida la implantación del uso de wearables en la población. Su última novedad es que puede generar un electrocardiograma (ECG) y detectar ciertas anomalías cardiacas. También incluye un sistema de detección de caídas, ejercicios de respiración para calmar y una señal SOS de emergencia.

Debido a su practicidad y el aumento de demanda por parte de usuarios, el mercado de los wearables sanitarios parece estar preparado para un rápido crecimiento. Tractica (líder mundial en investigación de mercados de tecnología emergente, enfocado principalmente en Inteligencia Artificial y Robótica) estima que los envíos anuales globales de wearables de atención médica alcanzarán los 97,6 millones de unidades en 2021, lo que supone un gran aumento con respecto a los 2,5 millones de unidades de 2016.

La mayoría de los centros de investigación médica creen que los wearables desempeñarán un papel clave en sus estrategias de desarrollo e implementación del Internet de las Cosas (IoT). Una encuesta reciente de Jabil, revela que el 45% de los encuestados afirman que su centro invertirá en el desarrollo de dispositivos wearables. Pero el hecho es que, en su mayor parte, los wearables se están quedando por debajo de su potencial en la atención médica, pero ¿por qué?

En la misma encuesta de Jabil, el 51% de los encuestados creía que conseguir que los médicos y los pacientes adopten nuevos dispositivos era difícil. El 30% admitió que la industria de la salud, en general, siempre ha tardado en adoptar nuevas tecnologías. Además, el 43% declaró que las aprobaciones regulatorias son difíciles de obtener para nuevos paradigmas como los wearables. Por si esto no fuera suficiente, convencer a los inversores en sanidad para que apuesten por nuevos dispositivos, también es un gran desafío.

Por lo tanto, con poco apoyo de las tres partes interesadas e involucradas en el ecosistema de la salud, no es de extrañar que los wearables no se hayan adoptado de una forma generalizada a estas alturas.

También es necesario analizar la precisión de estos dispositivos para obtener datos fiables. Cuando se trata de dispositivos para medir la actividad física, cierto grado de imprecisión es aceptable, pero no es el caso cuando se trata de problemas de salud más graves. Y también resulta bastante difícil diseñar un dispositivo que se sitúe lo suficientemente pegado al cuerpo para rastrear los datos con precisión sin que sea molesto al uso.

Por último, incluso si superamos todos estos inconvenientes, sigue habiendo otro gran obstáculo: los usuarios. El uso interrumpido de dispositivos portátiles es un problema, la tasa actual de abandono de este tipo de monitorización es de un 30%.

Lo que está claro es que, si podemos aumentar el valor que proporcionan los wearables y reducir cierta incomodidad al llevarlos, este problema se resolverá con el tiempo. Te mostramos algunas formas de hacerlo.

Monitorización remota del paciente
Es fácil dejar a un lado tu dispositivo si estás cansado de que te recuerde que camines 250 pasos más al día. Sin embargo, si está monitorizando algo vital como tu corazón, es una apuesta segura de que no lo abandonarás. Los wearables ya han demostrado sus beneficios potenciales en la monitorización remota de pacientes. Los profesionales médicos ya los están usando para medir la presión arterial, la temperatura corporal, las posibles arritmias y otros parámetros importantes.

Lo que los pacientes pasan por alto es que los wearables les dan también a ellos más control sobre su propia salud, algo especialmente útil para las personas con enfermedades crónicas. Mediante la monitorización activa, los wearables pueden evitar que los problemas crónicos se agraven, traduciéndose a menos visitas al hospital y necesidad de menos tratamientos. El 22% de los encuestados de Jabil creen que este tipo de enfoque preventivo es la mayor oportunidad para que la salud conectada tenga un impacto en la sociedad.

Muchos activos de la industria están compitiendo para hacer de esto una realidad. Por ejemplo, Cyrcadia Health, un fabricante de equipos médicos, está desarrollando un sujetador para detectar el cáncer de mama de modo precoz. El valor de esto es obvio para los pacientes; el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres. Pero para hacer esto bien, el diseño y la comodidad de uso son de gran importancia. Lo que nos lleva al siguiente punto.

Cambiar el uso de los wearables
Con los años, a medida que los transistores y microchips han ido reduciendo su tamaño, nuestros dispositivos se han vuelto más pequeños, más elegantes y más finos. Los wearables seguirán su ejemplo, dando lugar a dispositivos más pequeños que luego se podrán usar o implantar en otros accesorios. Esto conduciría a disminuir la incomodidad de uso sin comprometer la integridad de los datos.

Una de las opciones más obvias es implantar estos wearables más pequeños en la ropa. Los investigadores ya están experimentando las posibilidades. Hay calcetines inteligentes que pueden detectar los efectos de la diabetes o medir los signos vitales de un bebé. Y, al igual que el ejemplo anterior, también hay un sujetador deportivo que puede detectar patrones de respiración, frecuencia cardíaca, e incluso dar consejos personalizados. La forma en que se implementan los wearables en estas prendas de vestir varía entre estar tejido directamente en la tela o acoplado a ella.

Además de estos casos, también hay wearables que pueden hacer una biometría precisa del oído, reemplazar el uso de antidepresivos mediante el uso de una diadema, e incluso uno que puede medir los niveles de glucosa sin necesidad de extraer sangre. Los investigadores de Harvard y el MIT están trabajando en tatuajes que cambian de color para indicar el estado de una persona, como la deshidratación o los niveles irregulares de azúcar en sangre.

Las personas tendrán diferentes preferencias sobre lo que es más cómodo para ellos, por lo que todos los enfoques son bienvenidos.

Alcanzar el verdadero potencial de los wearables
Las aplicaciones para los wearables de atención médica son infinitas. Y realmente solo unos pocos obstáculos se interponen en nuestro camino para hacerlos realidad. Aumentar el valor ofrecido y reducir la incomodidad en el uso de estos dispositivos podría allanar el camino a un futuro más saludable para todos.

Es inevitable que los wearables supongan el inicio de una nueva era de la atención médica en la que los enfoques proactivos nos permitan cuidarnos mejor. Pero hasta entonces, tenemos que dar progresos paso a paso. Afortunadamente, ¡podemos usar wearables para contar esos pasos!

Cuéntanos tu opinión sobre los wearables de atención médica en los comentarios.

 

¿Listo para empezar a usar OK Doctor?