Contrato en centro médico: Las cláusulas importantes que no suelen incluirse.

18 de junio de 2020
Contrato en centro médico

Un contrato laboral establece cuales son las disposiciones que ha de cumplir tanto la persona empleada como la empresa que la contrata, pero por muchos años de experiencia laboral que se tengan, no se acaban de tener conocimientos suficientes sobre los contratos. Esto puede ser debido a haber trabajado siempre bajo el mismo contrato, o tal vez porque no se haya puesto mucha atención a este documento.

En concreto, en el mundo de la medicina, cuando un facultativo comienza a trabajar en un centro todo son buenas intenciones ya que ambas partes desean prosperar tal y como es lógico en una situación contractual. Pero con el tiempo, no haber previsto ciertas clausulas en el contrato puede llevar a pérdidas de dinero para el facultativo y posibles discusiones, ya que quién sí se beneficiará de este dinero que no capta el doctor es el centro médico.

Características del contrato

Todo contrato laboral debe contemplar unas cláusulas habituales como son la fecha de comienzo de la relación laboral entre el trabajador y la empresa, el domicilio social de la empresa, la categoría, el grupo profesional del puesto de trabajo, el convenio colectivo aplicable a la relación laboral, las condiciones del salario, la duración y la distribución de la jornada ordinaria laboral, la duración del periodo vacacional, los plazos de preaviso y la firma de las partes de interesadas.

Clausulas a tener en cuenta

Pero también debe haber unas cláusulas específicas que deben estar presentes y en muchas ocasiones no lo están. Estas cláusulas permitirán mantener el poder de dirección y control a fin de proteger tanto a la empresa como al doctor en este caso. Por lo que, si tienes dudas, acerca de qué debe aparecer en un contrato y qué clausulas no pueden faltar, te recomendamos que antes de firmar tu contrato se incluyan puntos tales como:

  1. El porcentaje de actos o cirugías derivadas a centros externos, o bien la libertad de que el facultativo pueda derivar donde le convenga para ser beneficiario de proporcionar trabajo a otros compañeros o colaboradores con actos que realice él mismo fuera del centro si este no tiene los medios necesarios.
  2. La identificación de colaboradores con quien desea trabajar el facultativo, ya sea en el centro o fuera de él. Algo que ocurre habitualmente es que suelen imponerse ciertos trabajadores previamente asignados por conveniencia del centro, como por ejemplo anestesista, enfermeros… para una cirugía. Esta situación ha derivado en problemas graves para ciertos pacientes, debido a la falta de entendimiento entre las partes, ya que el facultativo no conoce a su equipo de trabajo. Para evitar estas situaciones, lo que se recomienda es, en la medida de lo posible, conocer a las personas asignadas previamente, incluso que exista la posibilidad de negociar traer a nuestro propio personal de confianza.
  3. Incluir baremos y todos los actos a realizar en las consultas, y fuera de ellas, de cada compañía, o tarifa del centro con fecha actual y firmados por ambas partes. Es importante que sean los reales de cada compañía, ya que existen centros que no dan baremos actualizados y a veces puede haber diferencias sustanciales.
  4. El doctor debe conocer estos datos ya que en las consultas se realizan actos que están cubiertos por las compañías médicas pero que en muchas ocasiones el facultativo no conoce por adelantado, esto hace que el centro cobre esos actos y el doctor no lo haga por desconocimiento.
  5. El porcentaje destinado a cirugías. El porcentaje para cirugías suele ser menor que el de los actos en consultas, y suele rondar el 10% para el centro médico, aunque esto suele negociarse y se ha de tener en cuenta una diferencia de porcentaje para actos privados y otra para compañías médicas, ya que éstas tienen honorarios muy bajos y puede convenir no incluirlas en el contrato por no ser rentables.

Es imprescindible tener conocimiento sobre qué porcentaje le pertenece al profesional en cada caso. Hay que tener cuidado con algunas cláusulas que son abusivas. Como podrían ser los motivos de despido, las condiciones improcedentes con respecto a vacaciones, jornada laboral o retribuciones.

Por tanto, siempre a la hora de iniciar una relación laboral es fundamental redactar un buen contrato de trabajo con la finalidad de reducir conflictos y evitar sanciones administrativas. A pesar de que probablemente no se podrán evitar todos los posibles conflictos, esto ayudará a reducir las posibilidades de que estos ocurran.

Conclusiones finales

En conclusión, antes de firmar un contrato es necesario que el profesional lea con calma todas las cláusulas y que no firme mientras le quede algún tipo de duda.

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