Como ayudar a los pacientes con ansiedad dental

27 de mayo de 2021

Seguro que todos conocemos a alguien a quien le cuesta ir al dentista, bien sea un amigo o un familiar cercano. Puede que sea un paciente que a simple vista ves que prefiere estar en cualquier otro sitio menos tu consulta. Pues bien, el fenómeno de la “ansiedad dental” va más allá de este tipo de casos que conocemos de primera mano.

Como profesionales, es nuestro deber asegurarnos de que nuestros pacientes se sientan lo más relajados y cómodos posible cuando están en nuestra consulta, sala de espera o camilla. Al fin y al cabo, si alguien no tiene una experiencia positiva en tu consultorio, no volverá hasta dentro de mucho y su salud dental será la principal perjudicada.

A continuación, te indicamos algunas “técnicas” que puedes aconsejar a tus pacientes si tienen miedo o ansiedad dental.

Estrategias para controlar la ansiedad dental

Respirar profundamente sigue siendo una de las mejores formas de controlar no solo esta, sino cualquier tipo de ansiedad que, generalmente, provocan hiperventilación y pánico. Si un paciente parece estar incómodo durante su cita, ayúdale haciendo una pequeña pausa y aconsejando que pruebe algunos ejercicios básicos de respiración antes de continuar.

Las distracciones en nuestra consulta pueden hacer que los pacientes no piensen en la molestia o en el miedo que están sintiendo. Por ello, cada vez es más común tener una televisión en la sala, y permitir que un amigo o familiar se encuentre durante la consulta también es muy útil (siempre que sea posible mantener las condiciones de seguridad), especialmente en el caso de niños.

El gas óxido nitroso, llamado también el “gas de la risa” y algunas otras formas de medicación son unas de las formas más populares de calmar a los pacientes. Con estos métodos, tratamos los tipos de ansiedad dental más graves que interfieren activamente en una consulta o en una intervención.

En ocasiones, los dentistas y sus pacientes acuerdan previamente señales de mano para superar la ansiedad. Por ejemplo, decirle a un paciente que levante el puño cerrado si quiere que el dentista se detenga en lo que esté haciendo. El hecho de saber que tienen el poder de detener las molestias en cualquier momento puede ayudar a los pacientes a tranquilizarse y afrontar la ansiedad dental, incluso si no acaban utilizando esas señales.

Estrategias para controlar la fobia dental

El tipo de ansiedad mental extrema, causada normalmente por una mala experiencia pasada durante una consulta con un dentista o cualquier profesional sanitario, se conoce como “fobia dental”. Es muy poco probable que un episodio de fobia dental se solucione con ejercicios de respiración o con música en la consulta. Es entonces cuando puede que sea necesario utilizar anestesia general con el paciente, medicamentos más fuertes contra la ansiedad o, incluso, otras formas de sedación general.

Comprender la causa de la ansiedad dental

Si tiene un paciente que teme ir al dentista, es muy probable que exista alguna razón de peso para ello. Por un lado, tenemos los factores de estrés más evidentes: luces intensas, entorno clínico, el dejar que unos desconocidos te hurguen la boca durante unos cuantos minutos o más… Muchos procedimientos dentales pueden llegar a resultar incómodos o llegar a doler y aunque tus pacientes pueden entender lógicamente que estás haciendo estas cosas por su propia salud dental, puede resultarles complicado focalizarse en algo más allá de la molestia que sienten en ese momento. Además, la imagen que se tiene de la figura del dentista en la cultura popular tampoco ayuda.

Sin embargo, algunos pacientes (generalmente los que sufren de fobia dental) puede ser que estén recuperándose de alguna experiencia traumática relacionada con la odontología o la atención médica en general. Este “trauma” no tiene por qué ser algo dramático; incluso algo relativamente leve como pueda ser que te pinchen accidentalmente en las encías, con su consiguiente sangrado, puede ser suficiente para asustar a alguien y que se resista a ir al dentista durante años.

Es necesario ser comprensivos con los miedos y ansiedades de todos los pacientes y, en especial, con los de este tipo que sufren fobias o nerviosismo al entrar en nuestra consulta. De esta forma, podremos hacerles lo más agradable posible su siguiente visita al dentista y que pueda llegar a ser una experiencia positiva o, al menos, no tan negativa.

¿Y vosotros sufrís ansiedad o fobia dental? En caso de que así sea, ¿hay algo que haga vuestro dentista que os ayude especialmente a calmar vuestro miedo? ¡Os leemos!

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