10.001 plazas de MIR, enfermería y farmacia para responder a la falta de sanitarios en España

26 de noviembre de 2020

La pandemia nos ha dejado claro que la situación de la sanidad española no es tan buena como todos pensábamos. De siempre nos ha gustado presumir que el sistema sanitario español es de los mejores de Europa. Sin embargo, los datos que han surgido en las noticias en las últimas semanas nos dicen que no es oro todo lo que reluce. Según un informe publicado por el Ministerio de Sanidad sobre el funcionamiento de los sistemas sanitarios de la Unión Europea, España dispone 3,9 médicos por cada mil habitantes. Aunque se sitúa por encima de la media europea (en 3,7), está lejos de países como Grecia (6,3), Austria (5,1) o Lituania (4,6).

La ratio en los profesionales de Enfermería es aún peor. Nuestro país dispone de 5,7 enfermeras en ejercicio por cada mil habitantes cuando la media europea se encuentra en 8,4. Además, la dotación de camas en hospitales por cada mil habitantes es una de las más bajas de la Unión Europea: 3 camas por cada mil habitantes cuando la media es de 5.

La semana pasada hablábamos sobre el intento del gobierno de repatriar profesionales sanitarios a España ofreciéndoles un puesto indefinido o emprendiendo por cuenta propia. Posiblemente, la falta de confianza en los incentivos contemplados en el decreto ley y el reclamo de sanitarios españoles de países europeos como Reino Unido o Suiza con mejores condiciones de contratación han hecho que el gobierno se replanteé nuevas medidas.

Esta semana el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado como tabla de salvación la ampliación a 10.0001 el número de plazas de Formación Sanitaria Especializada para médicos, enfermeras y farmacéuticos. Este aumento de plazas se traduce en un 3,2% más respecto al 2020. Si nos centramos en médicos, a falta de conocer las cifras oficiales por el Ministerio de Sanidad, supondría unas 400 plazas más de MIR a las 9.680 ya convocadas el año anterior, es decir, cada provincia dispondrá de 8 plazas para todas las especialidades y hospitales. No llega a un sanitario por hospital, ya que España cuenta con 468 hospitales públicos. Por no hablar de los 3.055 centros de salud y 10.067 consultorios locales que en estos momentos se encuentran desbordados en atención primaria. ¿Es este el refuerzo a corto plazo que necesitamos? ¿Se va a complementar esta medida con mayor número de plazas fijas o indefinidas? ¿o vamos a cubrir las necesidades actuales en primera línea con sanitarios en formación para que su destino final sea el paro o el extranjero?

Claro que ese número cambia si, al menos hasta finalizar la crisis, no es tanto un remplazo sino un refuerzo. Lo que me lleva a plantear ¿Cómo vamos a retener a los médicos ya formados para que no se marchen? ¿Vamos a tener medidas para que los mayores se queden un año más en lugar de jubilarse al menos mientras no se resuelva la crisis?

Insisto en que el problema se podría solucionar si mejoraran la calidad de los contratos. Este fin de semana supe de un compañero de residencia, formado en Madrid en Medicina Intensiva, que había decidido dejar la Sanidad Pública puesto que llevaba más de 10 años alternando contratos cortos de guardias y que a pesar de la que está cayendo, nadie le ha ofrecido un contrato digno de larga duración. 10 años teniendo que simultanear su trabajo en la pública con contratos en la privada para poder asegurar un sueldo decente. 10 años de contratos cortos, de llegar a una guardia y enterarse de que no puede hacerla porque no hay un contrato, ¿y a alguien le puede extrañar que de este paso? A mí no me extraña, y celebro que haya dado el paso para mejorar su calidad de vida.

Volviendo a los nuevos 400 puestos de formación, ¿qué futuro les espera a estos médicos cuando terminen el MIR? ¿El de mi amigo intensivista que a pesar de la pandemia no ha tenido la oportunidad de conseguir un trabajo digno tras 10 años de sacrificio por la Sanidad pública? ¿O en 5 años todo va a cambiar y habrá trabajo de calidad con contratos de calidad para todos?

Desde nuestra humilde posición, pedimos a quien tome decisiones para mejorar nuestra sanidad, que empiece a considerar el largo plazo como objetivo y no ser tan cortoplacistas. Si queremos presumir de tener la mejor sanidad del mundo necesitamos algo más que tener un buen proceso formativo. Necesitamos que los sanitarios que trabajan en España estén convencidos de que quieren estar aquí, que tengan un claro rol a futuro, y que cuando vayan al banco a pedir una hipoteca no se la denieguen por no tener un contrato indefinido.

 

 

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